Un hombre fue ejecutado en la guillotina, el verdugo colocó la cabeza desmembrada sobre una mesa; pero la multitud gritaba tan fuerte el nombre del condenado, que los ojos del decapitado se abrieron y comenzaron a moverse buscando a quienes lo pronunciaban.
Los verdugos entraban con guantes a la iglesia para no manchar la casa de Dios con sus manos desnudas. Cuentan de uno que, desde que un chorro de sangre de un inocente saltó y le mojó las palmas, no pudo dejar de frotarse las manos tratando de borrar aquel vestigio.
La voluntad del verdugo no puede ser comprada con nada; muchas fueron las mujeres que en el último momento se desnudaron y pusieron sus cuerpos jóvenes a sus pies, pero jamás lograron el perdón o el soborno.
Los verdugos entraban con guantes a la iglesia para no manchar la casa de Dios con sus manos desnudas. Cuentan de uno que, desde que un chorro de sangre de un inocente saltó y le mojó las palmas, no pudo dejar de frotarse las manos tratando de borrar aquel vestigio.
La voluntad del verdugo no puede ser comprada con nada; muchas fueron las mujeres que en el último momento se desnudaron y pusieron sus cuerpos jóvenes a sus pies, pero jamás lograron el perdón o el soborno.
2 comentarios:
El decapitado estaria buscando entre la multitud que le coreaba a:
a: el que lo condeno
b: su novia o esposa
c: a su querida familia
d: a la de los grandes bustos
y trenzas de vikinga.
Ese gusano de la imaginacion.
Me encanta el titulo de tu blog.
Frialdad. Contruida. Erguida. Hipocresía. Autocompasión. Sexo + filo partiendo la yugular.
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