miércoles, 3 de febrero de 2021

DE PROFUNDIS


No sé si adjudicarle a la rabia o a la tristeza esta despedida de Oscar Wilde a quien fuera su amante, Alfred Douglas, desde la infame prisión de Reading. Puede que entre los libros no exista algo más doloroso.
Bajo los cargos de sodomía fue linchado uno de los escritores más brillantes de la lengua inglesa. La mediocridad logra destruir la reputación para insertar su barbarie moral, ya que con el filo de la lengua de los torpes es como se preserva su estirpe en la tierra, pues la humillación del talento es donde se releva el adjetivo de despreciable en los libros de historia.
De Profundis fue publicado luego de la muerte de Wilde, ocurrida el 30 de noviembre de 1900 –justo hoy hace 120 años– y es, de toda la obra felizmente hedonista que construyó, una amarga reflexión acerca de la traición y el desencanto,
"La mayoría de las personas son otras: sus pensamientos, son las opiniones de otros; su vida, una imitación; sus pasiones, son una cita".
Wilde sobrevivió dos años a estas palabras, su ego fue pulverizado pero no pasaría mucho tiempo para que su esplendor retoñara como sucede con cualquier forma infinita de la naturaleza.
Me encanta aquella frase que Jorge Luis Borges le adjudica al poeta irlandés: yo quería conocer el otro lado del jardín.
Amanece que ya es bastante.

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viernes, 30 de noviembre de 2018

NOS DEJA EL DESTINO



Nos deja el destino una voz alta que no dice nada. Una actitud de ruido, masa, soledad y miedo diluido. Un brillo de huellas donde hubo luces, una calle donde se perdieron libros y  se  desnudaron paredes. Nos deja ese rostro presente en todos los cristales,  ese reflejo en el bosque de los deseos, ese dolor despierto, ese largo prisma de silencio.

miércoles, 31 de octubre de 2018

RETRATO DE LA POESÍA OBSOLETA




Pone el buen vino y el buen veneno, el paquete de cigarrillos explosivos y el látigo en su comida. No come fuego, come brasas y las brasas lo congelan. Regresa a escribir, no tiene cerveza helada, uno que otro diente a salvo...  habla  sin detenerse hoja tras hoja, a veces le grita a una nube, a veces falta al trabajo y el trabajo es aquello que lleva a cuestas como a un dios, es sonoro y torpe para decir cuidado o para articular ideas necesarias, se palidece su ánimo cuando lo interrumpe el ruido más leve y puede redactar cien hojas en medio del ruido más ensordecedor, se duerme en los aeropuertos y lo dejan varado los autobuses, nunca descansa y a veces se levanta de mañana hecho una ruina, capaz de quebrar con su gesto todos los espejos de Disneylandia, puede escribir como un genio y hablar como un idiota; regularmente es el idiota de la familia, el desocupado y el que no le pega a sus parientes por un plato de comida; consigue enamorar con su sueldo torpe y su acento de extraño, es ampuloso cuando se lo exigen sus harapos y no toma en cuenta que la postura es su mejor reflejo; no cultiva con cuidado los contactos y la sociedad quiere herirlo en su parte más baja, esto es, a dos centímetros del pecho; interesado y mentecato, obstinado y ridículo, corre ebrio al baño a vomitar genitales y la gente corre a ver su vómito, lo traiciona la mediocridad y el subdesarrollo, y siempre busca sacarse un mosco del ojo; no es azul, es bermellón, un color amarillo sería más exacto, es del color de las hojas viejas que se descomponen en todos los tiempos, vuelve a su escritorio rancio y se apila junto a las estrellas que a esa hora de la noche se descuelgan sobre el café, es el corte exacto que le falta a la pared, es la cadena ruidosa  de la bicicleta del niño, es el punto y la coma, la sed y la rabia, la hélice de una flor y una lechuza en celo, castra con los ojos y bebe demasiado en los cócteles, luego se va a dormir  y a rodajear tomates en el sueño, persigue un sueldo menos que necesario, huye de la caspa atómica que dejan los políticos, dibuja distraído mientras pinta para convencerse que no es pintor, es un escritor con ruido en los dientes y orejas que captan la radio, se hace el prófugo y esgrime algún folleto fundamentalista, cree que la religión, la cábala u otra locura lo salvará del mueble eterno, muerde feo como un perro vagabundo, nunca se queda a la hora del ultraje, cuando la orgía ya ha sucumbido y solo ametrallan pies descalzos detrás de sí, habla sin parar de sus cosas, cosas sin importancia: un vaso de lápices, una lámpara, por ejemplo; hace contacto infiniestimal con seres de otras galaxias y se quita el relleno de sus muelas para no ser escuchado, agiganta los miedos que de niño lo detenían en el sofá y nombra una mitología extraña de cosas en movimiento, se adelgaza al decir lo siento, usa bigotes rodeados de pantanos y mata los cigarros estallándolos en el piso, se lanza desesperadamente a la muerte y a todos sus habitantes como si fuese la reencarnación de alguna bomba atómica; disfraza su delgada figura con un traje hecho de pararrayos y cree que algún día el dinero vendrá flotando del mar, las costras se caen de su cara y por lo regular su rostro permanece vertical como una fila de ángeles; amenaza a los diarios con publicar sus dudas y se ríe estruendosamente cuando los mojigatos le llaman cínico; es sonámbulo cuando entra en contacto con la voz de su abuela, atropella sin querer a gente torpe que sólo sirve para ver debajo de los paraguas; se enajena consumiendo marihuana y se da al olvido como una rutina muy cómica; es reincidente en el recuerdo y fatal para poner nombres; se cree una especie de Paracelso cuando los gatos están en celo y estira sus bolsillos con lluvia cuando debe dar de su comida; se afeita al pánico de otro sol y se pregunta, ¿existirá el mañana? No pide disculpas al profesor que se las arregla para discutirle y salir airoso, es lanzado por los aires cuando desplaza las margaritas por otras flores rabiosas, tiene hermanos torpes que a su lado sólo han podido echarse a reír; escucha la música como quien atiende algo responsable, pletórico de colores y vital para llegar al cielo; abre su corazón con un abrelatas y se cree el único responsable del fin del mundo; se registra noche a noche los sobacos  buscando el sello que lo declare anticristo y rompe a llorar con disimulo; vive en la casa de los otros  o viaja durante  años sólo para maltratar a un amigo; mata dejando almas destrozadas o animales tras las puertas reptando  junto al ángel de la muerte; abre el enorme ojo que se guarda en el centro del planeta y se lanza contra él como si lo reclamara...
La Poesía Obsoleta llega, vuelve y se va. Y el mundo sigue igual. Igual con o sin ella. Igual con sus peces de colores. Con sus cigarrillos. Con sus limosinas  y sus limosneros. Igual con su  ahogo de siglos  tropezándose en la página.

viernes, 28 de septiembre de 2018

MIGAJAS Y PAN




I join these words for four people,
Some others may overhear them,
O world, I am sorry for you,
You do not know these four people. 
Sacá el tiempo de una caja, tu cerveza helada, despertá muchacho, tratá de hacerlo.
Alguien vendrá con amor en la mano. Alguien te dirá “¿Qué hacés aquí, por qué no te has ido, puedo acompañarte un kilómetro muchacho?”. Alguien te dirá “Ya no sos joven muchacho, pero aquello que escribiste movió mi corazón”.
Se habrán callado todos y girarán cada noche alrededor de tu vida. Al final del corredor podrás ver tu puerta: ya no tendrás migajas, habrá pan.
Una sonrisa extenderá su tarjeta de presentación. Y te acordarás cuando estuviste a punto de quedar muerto, cuando te saltabas un tiempo de comida, cuando le quebraste la nariz al ladrón que te quiso robar el sueldo, cuando alguien te dio una libra de arroz y te dijo: "La cosa es aguantar y aguantar".
La calle hacia abajo tendrá postes iluminados, en tu brazo ya no descansará el peso de la mochila en el Transmetro a las 10 de la noche y volverán ojos apacibles a esperarte por las noches.
Te preguntarás por aquél trabajo que creías te iba a matar, también por las fotografías de Facebook donde surgías enarbolando alegría y familia.
Muchos beberán, beberán mucho y tú lo harás moderadamente, “Has subido, quedate arriba, quedate…” Habrás olvidado el Este del Edén y recordarás que Steinbeck dijo que nadie se suicida si tiene un perro.
Pero mientras eso sucede, sostente de pie frente a la página muchacho, sostente de pie frente a la vida. La vida es larga cuando estás solo -dicen los Smiths- pero todos es pasajero, las migajas tarde o temprano se vuelven pan... sostente de pie hasta que puedas largarte.

martes, 4 de septiembre de 2018

NO VIVIR CONTIGO



Durante varias noches me propuse traducir este poema de Emily Dickinson, una poeta muy concentrada y difícil. Acercarse a su obra es hablar un idioma nuevo. Una sensibilidad demoledora, llena de silencios, opacidades y demoras. Espero que mi respeto por sus formas no haga más oscuro su maravilloso significado.
 
No vivir contigo -
Sería la Vida -
Y la Vida está por ahí -
Detrás del estante
 
El sacristán guarda  la llave para-
Guardar
Nuestra vida - Su porcelana -
Como una taza -
 
Apartada por el ama de la casa -
Pintoresca - frágil -
Una nueva de Sèvres convendría -
La porcelanas Viejas se rompen-
 
No podría morir, contigo -
Uno debe esperar
Para cerrar la mirada del Otro:
Tú no podrías -
 
Y yo - ¿podría soportarlo?
Verte congelar -
Sin mi Derecho al Frío 
¿Es un  privilegio la muerte?
 
Tampoco podría levantarme contigo.
Porque tu cara
Quitaría a Jesús -
La nueva gracia
 
Brillar claro - y extranjero
En mi ojo nostálgico -
Excepto que Tú y Él
Brillan más cerca -
 
Nos juzgarían - Cómo -
Tu serviste al cielo -sabes,
O lo intentaste -
No pude -
 
Porque saturaste  mi vista -
Y no tuve más ojos
Para la sórdida excelencia
Del Paraíso
 
Y estarás perdido,  yo lo estaré también -
Aunque mi nombre
Suene más fuerte
En la fama celestial -
 
Y si te salvas
Y yo - condenada a ser
Donde no estás -
Ese yo sería el infierno para mí -
 
Entonces debemos encontrarnos separados
Tú allí - yo - aquí -
Con sólo la puerta entreabierta
Que los océanos son  -oración -
Sustento Blanco -
Desesperado-

*

I cannot live with You –
It would be Life –
And Life is over there –
Behind the Shelf

The Sexton keeps the Key to –
Putting up
Our Life – His Porcelain –
Like a Cup –

Discarded of the Housewife –
Quaint – or Broke –
A newer Sevres pleases –
Old Ones crack –

I could not die – with You –
For One must wait
To shut the Other’s Gaze down –
You – could not –

And I – could I stand by
And see You – freeze –
Without my Right of Frost –
Death’s privilege?

Nor could I rise – with You –
Because Your Face
Would put out Jesus’ –
That New Grace

Glow plain – and foreign
On my homesick Eye –
Except that You than He
Shone closer by –

They’d judge Us – How –
For You – served Heaven – You know,
Or sought to –
I could not –

Because You saturated Sight –
And I had no more Eyes
For sordid excellence
As Paradise

And were You lost, I would be –
Though My Name
Rang loudest
On the Heavenly fame –

And were You – saved –
And I – condemned to be
Where You were not –
That self – were Hell to Me –

So We must meet apart –
You there – I – here –
With just the Door ajar
That Oceans are – and Prayer –
And that White Sustenance –
Despair –

jueves, 12 de julio de 2018

GENEALOGÍA



Charles Baudelaire engendró a Paul Verlaine, Verlaine a Arthur Rimbaud, Rimbaud a Stephane Mallarmè, Mallarmè a Guillaume Apollinaire a Marinetti que a su vez engendraron a Tristan Tzara, Antonin Artaud, Georg Trakl, Ezra Pound, Vicente Huidobro. Trakl, Pound, Tzara y Huidobro engendraron a Marcel Duchamp y a César Vallejo; Trakl a Alfred Doblin, Jorge Luis Borges, Fernando Pessoa y Thomas Mann; Pound a Mariane Moore, T.S. Eliot, Virginia Woolf y James Joyce. Woolf, Pessoa y Borges no tuvieron descendencia. Moore, Joyce y Eliot engendraron a Juan Rulfo, Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik, Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William S. Burroughs que engendraron a Thomas Pynchon, José Revueltas y Kurt Vonnegut. Entonces fue que aparecieron las editoriales transnacionales que enviaron un virus de críticos-publicistas asalariados que destruyeron la creatividad a través de premios y autores sobrevalorados terminando así con la originalidad literaria.

miércoles, 6 de junio de 2018

RESISTENCIA


Isabel Ruiz / Río Negro


Pregúntele al ayudante de camión que estudia magisterio en una escuela nocturna.
Pregúntele a la empleada doméstica que dejó a sus tres niños pequeños en su pueblo.
Pregúntele al anciano que recibe 500 quetzales de jubilación.
Pregúntele a la viuda del piloto de bus que mataron la semana pasada.
Pregúnteles a los niños que caminan con una carga de leña a la orilla de la carretera.
Pregúntele a la mujer que espera el último autobús a las 10 de la noche en la 16 calle de la Zona 1.
Pregúntele al hijo del campesino de Huehuetenango que quiere estudiar en la universidad.
Pregúntele al que lleva seis meses sin trabajo.
Pregúntele a la familia que dejó su casa por huir de las pandillas.
Pregúntele a los que están trabajando de ilegales en Estados Unidos.
Pregúntele al policía que nunca ha aceptado un soborno.
Pregúntele al agente de seguridad que gana menos del salario mínimo.
Pregúntele a la madre y al niño con VIH.
Pregúntele al vendedor de lapiceros que se sube en las camionetas.
Pregúntele a los ex pandilleros que buscan un trabajo legal.
Pregúntele al hijo del campesino que se va a graduar de auditor.
Pregúntele al funcionario que prefirió ser despedido antes que corromperse.
Pregunte,¿qué es para ellos vivir en Guatemala?,
"Es resistencia", le dirán.