miércoles, 7 de octubre de 2009

RELATO DE RAYMOND CARVER CON MI VIDA


(Elizabeth Peyton)




El motor encendido.

Tras del vidrio,

se desvanece otra vida.


El niño sonríe

mientras extiende los dedos de su mano.


Ella tiene los ojos hechos sal

y necesita estar sola -me dice.


Y yo me voy sin nada.

Sin vida.

Sin lugar tranquilo.


Pasado un tiempo

espero a cierta distancia

que ambos entren a la casa.


Un relato de Carver con mi vida.

Un adiós con socialismo-religioso

y deseos de conservación.


Con los días busco algo que ver en el cielo,

donde sólo existen obtusas figuras en las nubes

buscando anclar en el equilibrio.


Aquí abajo no hay nada

sólo ideas como ruido,

como un ruido continuo

y sin silencios.






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